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25/10/10

CARCINOMA BASOCELULAR

Es el tumor cutáneo maligno más frecuente y supone el 60% de los tumores de piel. Su incidencia aumenta con la edad, el 80% de los pacientes son mayores de 50 años
Procede de las células de la capa basal de la epidermis y de los folículos pilosebáceos, sin afectar a mucosas de manera primaria.
Pese a tratarse de un tumor maligno, metastatiza excepcionalmente. Esto hace que también se le denomine “epitelioma basocelular o basalioma”, haciendo referencia a su carácter “más benigno” en relación con otros cánceres cutáneos donde las metástasis sí son frecuentes, como ocurre con el carcinoma epidermoide y con el melanoma.
Tiene poder destructor local, lo que unido a que su localización más frecuente es la cara, hace que el diagnóstico y tratamiento precoces sean importantes. Es aquí donde el papel del médico de Atención Primaria es fundamental, ya que puede diagnosticarlo en el momento de su aparición y así derivarlo al dermatólogo en fases iniciales.
Los factores de riesgo conocido son:
Exposición solar crónica
Fototipo piel I/II
Tratamiento previo con radioterapia
Ingestión de arsénico de manera crónica
Inmunodepresión
Predisposición genética:
o Síndrome de Gorlin o del nevo basocelular múltiple
o Síndrome de Bazex
o Xeroderma pigmentoso
FORMAS CLÍNICAS DEL CARCINOMA BASOCELULAR
Se caracteriza por ser muy heterogéneo desde el punto de vista clínico, lo cual en ocasiones puede hacer difícil su diagnóstico. Su localización más frecuente es en la cara.
La presentación más frecuente es en forma de pápula perlada con teleangiectasias en su superficie, que tiende a localizarse en el canto interno del ojo, nariz, o frente. Corresponde al 95% de los carcinomas basocelulares.
En algunos casos esta ulceración se produce de manera precoz y masiva, denominándose entonces ulcus rodens, una forma poco frecuente pero más agresiva.
DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico preliminar del carcinoma basocelular es clínico. Es fundamental conocer la existencia de otros tipos de presentación además del característico de pápula perlada. El diagnóstico definitivo se realiza mediante confirmación histológica por biopsia.
El diagnóstico diferencial del carcinoma basocelular es amplio debido a la variedad de formas clínicas. Se plantea principalmente con las siguientes entidades:
Queratosis actínica
Queratosis seborreica
Tumores de los anejos cutáneos
Nevus melanocítico
Melanoma
Enfermedad de Bowen
Carcinoma EPIDERMOIDE
EL TRATAMIENTO ES
Escisión quirúrgica: si es posible, es la técnica de elección, dado que permite extirpar el tumor en su totalidad y realizar un estudio anatomopatológico posterior para determinar si los bordes de la pieza quirúrgica están libres.
Curetaje y electrocoagulación: Esta técnica consiste en la extirpación mediante una cureta, en base a la mayor friabilidad del tumor en relación a piel sana. Posteriormente la zona tratada se electrocoagula para eliminar restos. El inconveniente de esta técnica es la imposibilidad de confirmar la extirpación total.
Criocirugía (nitrógeno líquido): Puede emplearse en lesiones pequeñas, aunque no permite confirmación histológica ni determinar si la extirpación ha sido total.
Radioterapia: Sus indicaciones fundamentales son en personas de edad avanzada, lesiones grandes, si fracasa el tratamiento quirúrgico o sí este resulta dificultoso.
Agentes citotóxicos tópicos: El 5-fluoracilo puede emplearse únicamente en el tratamiento de carcinoma basocelular superficial.
Láser: Es un tratamiento de difícil disponibilidad y que no permite control histológico. Por ello aunque no debe ser un tratamiento de elección, puede ser utilizado en casos seleccionados, como el síndrome de Gorlin. Puede emplearse CO2 o terapia fotodinámica.
Imiquimod: Este fármaco de reciente aparición fue aprobado inicialmente para el tratamiento de las verrugas genitales. Tiene un efecto inmunomodulador estimulando la respuesta inmune del individuo, encargada de eliminar la lesión vírica. Existen diversos estudios que constatan asimismo una acción antitumoral. Se ha aprobado recientemente en Europa su utilización en el tratamiento de carcinomas basocelulares superficiales y nodulares de pequeño tamaño. Los inconvenientes se centran en que no tenemos control histológico de la eliminación de la lesión tumoral y su alto poder irritante.

: ) Rodríguez Estrada Judith 

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